Guernica y Antonio Saura. Destruir el icono para no olvidar el arte

Resumen

En 1981, en plena transición a la democracia, el Guernica de Picasso regresa a Madrid para alborozo general: unos lo consideran como un gesto de respeto a la voluntad de Picasso de devolver el cuadro a España una vez restablecida la democracia; para otros significa la justa devolución de un patrimonio cultural español; por último, hay quienes ven en este acontecimiento una ocasión para legitimar desde un punto de vista internacional el giro decisivo que España ha decidido adoptar para olvidar el franquismo. En este contexto de euforia cultural y de glorificación, Antonio Saura publica un texto titulado Contra el Guernica. Libelo, que provoca un verdadero escándalo. Este artículo trata de demostrar que el interés de Contra el Guernica reside en el debate sobre la creación artística y sus relaciones con la sociedad que Antonio Saura lanzó a la escena pública, así como en el propio cuestionamiento Saura se hizo a sí mismo y que apunta a la relación que el artista mantiene con sus maestros.